«Ricardo, de 91 años, no sabía si iría al cielo si moría», escribe alguien de Movimiento de evangelismo Global México. «Incluso dijo que ya estaba viviendo ‘horas extras’ y no sabía cómo estar seguro. Le dijimos que muchos partidos de fútbol se ganan en la prórroga. Con la ayuda de los otros miembros del equipo, dio la bienvenida a Jesús en su corazón». Ahora tiene la certeza de que puede pasar la eternidad con Dios.